cita

"Dime algo y lo olvidaré, enséñame algo y lo recordaré, hazme participe de algo y lo aprenderé" (Confucio)

sábado, 19 de diciembre de 2015

COMENTARIO NOTICIA: Cómo se cocinan las encuestas electorales

Aportado por Ismael García
Ahora que estamos en plena jornada de reflexión, me pareció interesante ver cómo se elaboran esas encuestas de las que llevamos oyendo hablar tanto tiempo, y más ahora que con la aparición de nuevos partidos políticos parece que todo se complica un poco más.
Además también creo que es importante saber identificar si una encuesta es más o menos fiable, y si realmente existe imparcialidad a la hora de elaborarlas.
¿CÓMO SE HACEN LAS ENCUESTAS?
José Pablo Ferrándiz, vicepresidente de Metroscopia, explica que en su caso suelen realizar 1.000 entrevistas telefónicas para los sondeos que luego publica El País. "Las hacen personas que llevan bastante tiempo trabajando en esto, y siempre centrados en hacer este tipo de entrevistas, no otro tipo de encuestas telefónicas relacionadas con productos o cualquier otra cosa", subraya.
Marcan números de teléfono aleatoriamente hasta completar cuotas de sexo, edad y tamaño del municipio para que la muestra sea representativa. Otras empresas, como MyWord, utilizan las encuestas online y el CIS es prácticamente el único que realiza las entrevistas cara a cara, en el domicilio del entrevistado.
Narciso Michavila, presidente de la empresa de análisis demoscópico GAD3, explica que las entrevistas son uno de los momentos clave del proceso. El cuestionario debe ser claro y las preguntas imparciales, señala, y los entrevistadores nunca llaman diciendo: "Hola, buenas tardes. ¿A quién va a votar?"
"Empiezan preguntando por los problemas del país, por quién los puede resolver... Y, al final, es posible que el entrevistador no sepa a quién va a votar el entrevistado. Pero, por ejemplo, una señora de unas características concretas, que te valora a unos líderes de una forma, a otros de otra, que te dice que ha votado siempre a tal partido y que va a ir a votar de todos modos... Aunque te diga: '¡Ay, hijo! El voto es secreto'... Ya sabes a quién va a votar", razona Michavila.
LA POLÉMICA COCINA
Con esas entrevistas, las empresas obtienen unos datos en bruto que luego pasan por la "cocina", que consiste en interpretar los "no sé a quién votaré" para intentar aproximarse al resultado real. Tratan de asignar a los indecisos un voto basándose en algunas variables como, por ejemplo, lo que recuerdan que votaron en elecciones anteriores, el resultado real de las mismas, la fidelidad tradicional del votante de cada partido...
"El bruto de la encuesta es una ecografía que solo interpreta un experto. O tienes en cuenta todo esa psicología o das una barbaridad increíble y manipulas más. El problema es que antes era fácil y atinábamos muy bien, pero ahora en muy poco tiempo cambia todo", admite Michavila.
Por ejemplo, los expertos tienen que saber cómo interpretar un fenómeno que, afirman, cada vez se da más habitualmente: algunos encuestados dicen que en las elecciones de 2011 votaron a Podemos, cuando la formación aún no existía. "Eso no es que la gente mienta, sino que han confundido que votaron a Podemos en las europeas y se creen que ya estaban en 2011, o que no quieren mostrarse como chaqueteros", explica Michavila.
Además, como Podemos es un partido nuevo, sólo tienen como referente electoral las elecciones europeas, por lo que la labor de "cocina" se complica más. Otra incógnita para los expertos es el papel de los indecisos. Aseguran que antes tenían fórmulas para saber que "una buena proporción" de quien dijera "no sé a quién voy a votar" se iba a quedar en casa. Y que otra parte de ellos, si iban a votar, votarían al partido de siempre.
¿NOS PODEMOS FIAR DEL CIS?
Si las dudas sobre la fiabilidad de las encuestas siempre aparecen, su volumen aumenta en el caso de los barómetros del CIS, un organismo que depende del Gobierno de turno. Penadés admite que el CIS "depende demasiado directamente" del Ejecutivo y que "no explican mucho" sus procedimientos de estimación. Es decir, lo que se hace en sus cocinas. De hecho, El Huffington Post ha intentado, sin éxito, que el CIS explicase cómo se trabaja en sus fogones. Por eso, reconoce Penadés, es "lógico" que genere desconfianza.
Pero subraya que, a la vez, las encuestas del CIS son muy transparentes porque, además de los datos cocinados, dan también los brutos. Por eso, asegura que él no suele fijarse en las estimaciones de voto porque son "una hipótesis", y como tal cada cual "las decora como quiere". Con todo, admite que los datos del CIS "son los mejores que hay". Y en eso coinciden casi todos los expertos.
Narciso Michavila incide en que el CIS está obligado a publicar el cuestionario y los microdatos. Es decir, el 'precocinado'. Entonces, afirma, no pueden pasarse con los fogones porque se notaría demasiado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario